Implantología

Implantes dentales

Los implantes dentales son una opción de reemplazo de dientes muy popular que se ha vuelto cada vez más común en los últimos años. Se trata de pequeños pilares de titanio que se colocan en el hueso de la mandíbula para reemplazar las raíces de los dientes perdidos. Una vez que el implante se ha integrado correctamente en el hueso, se puede colocar una corona dental en la parte superior para reemplazar el diente perdido.

Los implantes dentales tienen muchos beneficios en comparación con otros tratamientos de reemplazo de dientes, como las prótesis removibles o los puentes fijos. En primer lugar, los implantes son muy fuertes y duraderos, lo que significa que pueden durar muchos años con el cuidado adecuado. Además, los implantes se sienten y se comportan de manera muy similar a los dientes naturales, por lo que no hay que preocuparse por tener que acostumbrarse a ellos o por tener dificultades para comer o hablar.

Otro beneficio importante de los implantes dentales es que ayudan a mantener el hueso de la mandíbula fuerte y saludable. Cuando se pierden los dientes, el hueso de la mandíbula comienza a deteriorarse poco a poco debido a la falta de estimulación. Los implantes dentales proporcionan esa estimulación necesaria, lo que ayuda a prevenir la pérdida ósea.

Para colocar un implante dental, es necesario tener una cantidad suficiente de hueso disponible en la mandíbula para soportar el implante. Si no se tiene suficiente hueso, es posible que sea necesario realizar un procedimiento de aumento óseo antes de colocar el implante. También es importante tener en cuenta que los implantes dentales no son adecuados para todos. Algunas personas pueden tener condiciones médicas o de salud oral que los hagan inelegibles para recibir un implante.

En general, los implantes dentales son una excelente opción para reemplazar los dientes perdidos y mejorar la apariencia y la función de la boca.